La intoxicación por monóxido de carbono es un peligro grave pero prevenible en la aviación, especialmente en aeronaves con motor de pistón que utilizan aire de cabina calentado por los gases de escape. Debido a que el monóxido de carbono es incoloro e inodoro, puede afectar a los pilotos sin advertencia evidente, lo que conduce a un rendimiento deteriorado, pérdida de conciencia y accidentes. Comprender cómo el monóxido de carbono entra en la cabina, reconocer los síntomas tempranos, utilizar métodos de detección fiables y seguir procedimientos de emergencia claros son habilidades esenciales tanto para pilotos estudiantes como para aviadores experimentados.